Esta información concierne a una solución esclerosante llamada - “glicerina salicílica”, altamente eficaz, que no produce lesiones iatrógenas. Conforme a la técnica conocida, las soluciones esclerosantes, merced a su acción irritante en el endotelio vasal, si se inyectan en pequeñas cantidades, por ejemplo en las venas o en las vénulas o en los capilares ectásicos, provocan el restringimiento de su lumen hasta su desaparición de la vista. El inconveniente principal causado por las soluciones esclerosantes conocidas, como por ejemplo el del Hidroxi-polietoxi-dodecano (Polidocanol) y el del Tetradecil-sulfato de sodio (Sotradecol), es que su acción irritante es a menudo imprevisible, en razón a la diferente reacción o respuesta individual a tales soluciones. En cambio, una acción irritante bien equilibrada es muy importante, porque si ésta es insuficiente no se obtiene el efecto deseado, mientras que si la solución esclerosante es muy agresiva con relación al endotelio producirá trombosis de las venas, de las vénulas y de los capilares. Este fenómeno tiene que ser evitado porque ocasiona un efecto antiestético que se elimina evacuando la sangre coagulada por medio de agujas o micro-incisiones del vaso, o que solo desaparece después de un largo tiempo. Cuando la solución esclerosante es muy agresiva, puede provocar lesiones o fisuras de las paredes de los vasos, con la consiguiente salida de pigmentos hemáticos que provocan unas pigmentaciones antiestéticas post-escleroterápicas que son difíciles de resolver. Si la solución esclerosante es demasiado agresiva, pueden presentarse también necrosis cutáneas en caso de que dicha solución entre en contacto con la dermis o con el tejido subcutáneo., lo cual ocurre o bien por la ruptura del vaso durante la inyección, o bien por error del operador. Con el uso de las soluciones anteriores conocidas, puede producirse necrosis, principalmente en las regiones más distales de los miembros inferiores, aun cuando la inyección haya sido efectuada en forma correcta. También las conocidas soluciones hipertónicas de cloruro de sodio pueden ocasionar con frecuencia pigmentaciones y necrosis post-escleroterápicas. A menudo los tratamientos con soluciones esclerosantes tienen finalidades estéticas y por tanto deben evitarse básicamente el uso de soluciones esclerosantes que puedan ocasionar lesiones iatrógenas, como las necrosis y las pigmentaciones. 1 Conforme con la técnica conocida, para evitar estas desventajas, sólo se utilizan soluciones esclerosantes que no provocan necrosis cutáneas, aun cuando se inyecten en el tejido perivasal; pero tales soluciones esclerosantes tienen escasa eficacia y por eso requieren un número elevado de inyecciones en el mismo capilar, con un mayor número consiguiente de sesiones escleroterápicas. Como es sabido por la revista Phlebologie Journal, Vol. 3 (1966), págs. 235-241 pueden emplearse para “tratamientos esclerosantes intra- o hipodérmicos de várices muy delgadas” o una solución constituida solamente por salicilato de sodio o una solución constituida por glicerol con alumbre de cromo (contiene cromo en forma trivalente), llamada glicerina crómica. Estas soluciones esclerosantes sin embargo presentan otros inconvenientes. La glicerina crómica tiene un elevado contenido de cromo trivalente, al que algunos autores atribuyen una actividad mutágena y, por pura que pueda ser la sal de cromo, sigue conteniendo siempre cierta cantidad de metales pesados perjudiciales para el organismo y que, a veces, causan fenómenos alérgicos locales o generales u otras reacciones graves, como dolor cardiaco o pérdida de conocimiento. Además, si la glicerina crómica se inyecta en cantidad elevada, la acción irritante provocada por el cromo puede producir daños al riñón y una micro-hematuria; por tanto, la glicerina no se puede inyectar en cantidad adecuada como a menudo sería necesario para un tratamiento rápido del paciente. La inyección de glicerina crómica puede provocar además una sensación de ardor local. El Salicilato de Sodio es una solución esclerosante poco eficaz, se considera habitualmente una solución esclerosante débil. La inyección de esta solución es muy dolorosa, a las concentraciones convencionales empleadas conforme con la técnica conocida, es decir, 12 a 30%. La solución aquí mencionada – Glicerina Salicílica - fue diseñada para ser más eficaz que las soluciones esclerosantes conocidas, y cuya inyección sea prácticamente indolora, que no produzca daños iatrógenos locales, como trombosis, pigmentaciones post-escleroterápicas subsiguientes ni necrosis de la piel, que no origine reacciones locales tales como enrojecimiento, edemas, picazón o dolor post-operatorio, ni reacciones generales, es decir una solución esclerosante que se pueda inyectar sin causar problemas, a dosis tales que puedan esclerosar un elevado número de vasos ectásicos. Con la glicerina salicílica se obtienen las numerosas ventajas esperadas: la glicerina salicílica es más eficaz que las citadas soluciones conocidas, aun cuando sus constituyentes activos, o sea, la glicerina y el salicilato de sodio, se combinen a una concentración muy inferior a la utilizada para los constituyentes individuales en las soluciones conocidas; es bien tolerada por el organismo, incluso cuando se inyecta en cantidades masivas; tiene una excelente tolerancia local; la zona tratada no se vuelve edematosa; no causa daños iatrógenos, aun cuando se 2 inyecte en el tejido perivasal, ni causa ninguna reacción general. Una inyección de glicerina salicílica es casi indolora, pero duele lo suficiente para que el paciente avise al operador cuando éste inyecte erróneamente en el tejido perivasal. Con respecto a la glicerina crómica la glicerina salicílica presenta la doble ventaja de haber eliminado las dañinas sales de cromo trivalente, que han sido substituidas por un bajo contenido de salicilato de sodio, y de tener una acción mucho más rápida. El Salicilato de Sodio es una sustancia extremadamente bien tolerada y nunca se han observado alergias cuando se ha inyectado en vena. De hecho, soluciones de Salicilato de Sodio se suministran hasta por fleboclisis en ciertas terapias, de igual forma que se inyectan soluciones de glicerina por fleboclisis. A diferencia de lo que se prescribe para otras soluciones esclerosantes, las soluciones de glicerina salicílica que tienen un contenido más elevado de Salicilato de Sodio se utilizan para los vasos más pequeños, mientras que para las venas y las vénulas se utiliza a concentraciones inferiores. Por ello es posible inyectar una cantidad mayor de solución, lo que permite tratar una zona amplia. Una simple dilución con agua estéril de la solución inicial permite tratar ambos tipos de vasos. El pH natural producido por la mezcla de los componentes en esta preparación se modifica para igualar el pH fisiológico humano, mediante un sistema buffer. Se ha observado, en efecto, que el dolor que el paciente sufre durante la inyección de la solución de salicilato de sodio y de la solución de glicerina crómica individualmente es debido principalmente al valor del pH no fisiológico de esas soluciones. MODO DE USO Para su uso se recomienda mezclar la Glicerina Salicílica con Procaína al 1% a fin de brindar mayor comodidad al paciente. 1 mL de Procaína al 1% por cada 3 mL de Glicerina Salicílica. Pueden emplearse desde 10 mL hasta 30 mL de solución de Glicerina Salicílica por sesión. Glicerina Salicílica al 6% se utiliza en venas grandes, Glicerina Salicílica al 11% en venas pequeñas (telangiectasias) y una mezcla en partes iguales de Glicerina Salicílica al 6% y al 11% en venas de tamaño intermedio. PRESENTACION Glicerina Salicílica al 6% y al 11% se presenta en vial de vidrio ámbar, tipo I, de 10 mls., con una concentración de Salicilato de Sodio al 6% y Salicilato de Sodio al 11% en un vehículo de hidroglicerina alcalina.